Relato de la experiencia laboral de Simon Böhmer

Mi trabajo: Programación de máquinas impresionantes

Mi trabajo: Programación de máquinas impresionantes

Joven con ropa de trabajo y polo azul, de pie apoyado en una máquina.
Aprendiz de mecanizado por arranque de virutas.

Por recomendación de amigos, nada más terminar la educación secundaria mandé mi currículum a thyssenkrupp. De pequeño soñaba con ser maquinista de tren. Por eso hice mis primeras prácticas en una compañía ferroviaria. Pero las prácticas discurrieron en una dirección completamente distinta a la esperada: en lugar de conocer más a fondo la labor del maquinista, me llamó la atención el trabajo de mecánico especializado en arranque de virutas. En él encontré la profesión en la que me quería formar. En el colegio ya tenía clase de técnica y en el tiempo libre solía dedicarme a ir montando mi maqueta de trenes. Fue al empezar mi formación cuando trabajé por primera vez en una gran máquina. El manejo y la configuración de los propios programas para máquinas CNC era algo completamente nuevo para mí. Ya en la formación los aprendices asumimos mucha responsabilidad y estamos al cargo de lo fabricado en nuestra máquina.

Mis retos

En el taller de formación afrontamos cada día nuevos retos, así que no nos aburrimos nunca. Hace poco realizamos un proyecto con una escuela superior, en el que fabricamos piezas para un avión de hélice de aluminio. El aeromodelo se utiliza ahora en seminarios en la escuela superior y los estudiantes pueden aplicar directamente sus conocimientos teóricos en él. Para nosotros los aprendices, la colaboración entre investigación y práctica además de ser rica en impresiones e interesante, también subraya el enfoque innovador de thyssenkrupp rothe erde. Es fundamental la seguridad laboral, por eso a los aprendices se nos enseñan desde el principio las estrictas normativas. Antes de utilizar una nueva máquina tiene lugar una instrucción sobre seguridad y nosotros participamos regularmente en cursos de formación. La seguridad y el bienestar de los empleados son la prioridad de la empresa.

Los equipos del taller de formación son excelentes y modernos. Aprendemos en máquinas modernas y trabajamos con herramientas de calidad. thyssenkrupp rothe erde realmente da importancia a la formación de los jóvenes.

Un día normal de trabajo

Todas las mañanas comienzo conectando mi máquina. Dentro del taller de formación trabajamos en cada máquina varias semanas. Cuando tengo los planos para el pedido actual, tomo el material del almacén. Tras introducir el material bruto en la máquina, configuro el programa. Una vez finalizado el procesamiento, realizo yo mismo el control final. Diariamente me acompaña mi libro de tablas, donde apunto los datos de corte para la pieza correspondiente. Tengo que calcular yo mismo el número de revoluciones y el avance, y consultar en el libro de tablas la profundidad de corte. Particularmente interesante me resulta el procedimiento de inspección en el aseguramiento de la calidad. El material se comprueba antes y después del mecanizado, para que cumpla con los altos estándares de calidad. Para detectar grietas en el producto realizamos, por ejemplo, una inspección por ultrasonidos o medimos la aspereza de la superficie. Es importante documentar continuamente los pasos de trabajo para que el cliente pueda entender cada uno de los procesos. La prioridad son el aprendizaje y el perfeccionamiento de los aprendices. En un workshop sobre la filosofía empresarial conocimos los objetivos y la estrategia de thyssenkrupp rothe erde y solucionamos en equipo un puzle sobre las máximas de dicha filosofía.

Nuestro lema reza "engineering. tomorrow. together." Para mí "Together" significa…

… ¡con los demás! Cada uno de nosotros trabaja en su máquina, pero solo juntos podemos llevar a buen término pedidos complejos. Con muchos de los aprendices tengo una relación de amistad y realizamos juntos actividades en el tiempo libre. Ya en la semana de introducción se sientan las bases para que formemos un equipo. En una excursión a un museo al aire libre tuvimos la oportunidad de conocernos mejor. Un momento especial es la fiesta navideña de los aprendices que se celebra cada año y en la que todos los aprendices despiden juntos el año. No siempre trabajamos solos en las máquinas, también enseñamos lo que sabemos a nuevos aprendices o mostramos a los escolares en prácticas cómo funcionan las instalaciones. Los formadores siempre están dispuestos a escuchar nuestras preguntas y problemas. Estoy contento de haber podido realizar mi formación en un ambiente tan agradable.

Sentimiento de comunidad y aceptación

En mi formación gozo de mucha libertad y asumo responsabilidad por la planificación y la fabricación. Los aprendices del equipo nos ayudamos los unos a los otros y nos hemos convertido en una comunidad fuerte. En el taller de formación se percibe un verdadero sentimiento de unidad.